Disney es un gran referente de la
narrativa audiovisual. Los inicios de sus creaciones deben ser probablemente
los mejores de la industria, incluso los de sus películas más antiguas (el de
la Bella y la Bestia es excelente, debo decir).
Siendo así quiero llamar la
atención sobre el particular doble inicio que tiene su película Lilo y Stitch:
Primero nos ubicamos en una
suerte de senado intergaláctico donde el creador de Stitch es condenado a la
cárcel y nuestro amigo azul condenado al exilio. A esto le sigue el traslado y
escape de Stitch, su rastreo por parte de las autoridades espaciales y una
visita a la cárcel para hacer que su creador lo traiga de vuelta de la tierra.
A esta altura ya el público ha
codificado las batallas entre naves espaciales, los escenarios fríos llenos de
tecnología y los personajes alienígenas como los lineamientos del tono de la
película. Y justo cuando estamos por ir demasiado lejos, un segundo antes de
que no podamos modificar el tono sin que a la audiencia le parezca chocante,
efectivamente cambiamos:
Saltamos al segundo inicio,
inyectado con una música y presentación visual tan bien hilada que nuestra
mente la abraza. Conocemos a nuestra otra protagonista y nos bañan con
información sobre ella. Al mismo tiempo nos configuran los lineamientos del
tono del mundo y la narrativa de Lilo: la alegría, la inocencia, la rareza y
finalmente el aislamiento y la soledad.
Para cuando la música para y el diálogo
retoma ya nuestra mente ha archivado todo respecto al espacio y aceptamos
gustosos esta historia con trasfondos hawaianos.
He dicho archivado pero no
olvidado: cuando Stitch reaparece no nos parece que este alíen lunático desencajen
la historia, nuestra mente le guardó un puesto especial al haber visto su parte
de primero.
Parecerá un detalle superfluo pero
uno de los puntos decisivos para hacer funcionar tan bien este doble inicio fue
ubicar el título en el momento adecuado. ¿Por qué? Las películas, especialmente
las de Disney, nos tienen muy bien entrenados en ese aspecto: Hasta que no sale
el título no consideramos que la historia que nos atañe ha empezado como tal,
todo ha sido preámbulo, configuración previa (aunque no siempre definitiva).
Un ejemplo de esto sería La Bella
y la Bestia: Primero nos ofrecen el relato del príncipe maldecido, simplificándole
el camino a los guionistas al sentar a base de la historia. Luego, cuando Bella
sale de su casa y aparece el título es cuando consideramos que la película
empezó a andar. Básicamente: primero pusieron los ingredientes a la vista y
luego es que empezaron a cocinar.
Diferencio el inicio de Lilo y Stitch
de la fórmula de inicio de La Bella y la Bestia y películas de ese estilo. Son
muy similares en cuanto a resultados y uso, sí; pero mientras que en la Bella y
la Bestia la primera parte (la de la Bestia) es contada rápidamente y con un
formato claramente diferenciado del resto de la película. En Lilo y Stitch es
lo contrario.
Efectivamente: no hay prisa por
escapar del ambiente galáctico, ni hay apuro en llegar a la otra protagonista.
No, el primer inicio en Lilo y Stitch no es un agregado, un anexo, o un atajo
de los guionistas; es ya la película y trataron toda la secuencia como tal.
Conjeturo que este largo inicio
de Stitch fue lo que nos hizo sentir cómodos con el tema de toda esta sociedad alíen
funcionando en segundo plano mientras vemos la historia de esta niña hawaiana
donde las naves espaciales están fuera de lugar. Y es que integrar ciencia
ficción a la cotidianidad no es tan fácil como hacer que la audiencia acepte
una historia con fantasía (probablemente porque de niños nos contaban más
cuentos de hada del pasado que historias de ciencia ficción del futuro).
Lilo y Stitch es una película que
tengo muy en lo alto, es mi favorita de Disney y creo que incluso comparándola
con sus hermanas modernas muestra uno de los mejores niveles de profundidad, en
especial al hablar de personajes. Este doble inicio es una de sus mejores
genialidades, que resolvió cómo tratar la historia de un alíen destructivo y la
de una niña de una familia rota sin que nos sintamos extrañados y
desorientados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario