Metaliteratura y los cuentos de hadas

Los cuentos de hadas son los relatos infantiles por excelencia y la prueba de ello es que nos acompañan de por vida. Por su parte la se habla de metaliteratura cuando nos encontramos literatura que habla de literatura.

La mezcla de estos dos –metaliteratura y cuentos de hadas- dan resultados muy fructíferos y fascinantes.  Los dos ejemplos que me vienen a la cabeza son: La Escuela del Bien y el Mal, de Soman Chainani y La Revolución de las Perdices, de Beatriz Berrocal Pérez:

La primera es una obra para adolescentes, no es particularmente complicada  pero la encontré muy disfrutable.  Aborda el dilema de un pueblo donde cada año desaparece un mal niño y otro bueno (o niñas), para luego reaparecer en los libros de algún cuento. Las protagonistas de la historia son “elegidas” y terminan llegando a la Escuela del Bien y el Mal, donde una tendrá que abrirse paso para ser una princesa y la otra una villana.

Mientras, La Revolución de las Perdices presenta en forma de rima las diferentes formas en las que estos pájaros arruinan los cuentos clásicos, pues están hartas del “Y vivieron felices y comieron perdices”. Por suerte los autores intervienen para explicarles que solo se trata de una expresión y restauran los finales originales.

Las dos obras son disfrutables y te hacen ver los cuentos de hadas con otros ojos. No son las únicas de este estilo y veo plausible nombrar un nuevo género para los trabajos que  giran en torno al mundo de los cuentos de hadas  bajo estas directrices.

Y digo “trabajos” y no textos porque otro gran ejemplo de este pseudo género es nada menos que la saga de películas Sherk; que puso a sus mismos personajes a señalar (y desafiar) las leyes narrativas que rigen su mundo de la misma manera que nosotros desciframos las leyes de la física que dominan el nuestro.

Sin duda esta clase de creaciones están entre mis favoritas y los invito a mirarlas con detenimiento la próxima vez que se crucen con una. Son fuente de dosis de psicología, reflexión y humor.

¿Me recomiendan alguna obra, programa o juego de este estilo en particular? Y ¿qué nombre recomiendan para este género?

Editado: He decidido llamar a este género Metafantástico y/o Metacuentero, al menos por ahora.