Hay quien para un título como La Escuela del Bien y el Mal (LEBM) es una bandera roja, pues reúne todos los
elementos de un libro infantil/fantástico trillado: Una escuela, divisiones y
valores abstractos pero altisonantes.
No recomiendo plenamente esta saga –cuyo autor es Soman Chainani- porque de verdad te tiene
que gustarte mucho este género para que no sientas rechazo (incluso si eres el
target). Pero al mismo tiempo siento la necesidad de compartir, no tanto la
historia, sino las reflexiones que saqué de esta.
Pueden leer el resume, dividida
en tres partes (una por cada tomo) o saltar directo a los análisis, que por cierto está dividido en tres post para mayor comodidad de todos.
Contenido
Resumen de los tres tomos (Post 1)
Análisis:
1) Reescritura de fórmulas (post
1)
2) Acerca de las formulas
clásicas (post 1)
3) Sobre lo metafantástico (post 2)
4) Análisis y comentarios sobre
el Bien y el Mal (post 2)
4.1) El código
del mal (post 2)
5) Deshilachado final (post 3)
Resumen del libro 1: “La Escuela
del Bien y el Mal” (con spoiler):
Cada año el pueblo de Gavaldon
enfrenta una fatídica noche en la que dos de sus jóvenes son secuestrados para
luego reaparecer en las ilustraciones de los más icónicos cuentos de hadas, sin
que nadie pueda explicarse el misterio.
Agatha y Sophie, nuestras protagonistas y
mejores amigas, son las secuestradas de este año y descubren que su destino es
la Escuela del Bien y el Mal; el lugar donde todos los descendientes de los
personajes de los Cuentos de Hadas (más dos lectores representativos, que serían
ellas) van a entrenarse para sus futuros papeles.
Para desgracia de ambas, Agatha
-rechazada social- es enviada con los Buenos y Sophie -hermosa y soñadora- es
enviada con los Malos.
Tenemos dos hilos argumentativos:
El banal y el transcendental. El primero domina la narración, el segundo
trabaja en las sombras y va in crescendo para dominar hacia el final.
En el hilo banal tenemos a Agatha
y a Sophie sufriendo en sus respectivas escuelas. La primera tan solo quiere
volver a casa con su mejor amiga, pero está última está decidida a pasar a la
escuela del Bien y conquistar a Tedros, el príncipe más popular.
Aunque Agatha no obtiene sino
rechazo de todos y Tedros parece loco de amor por Sophie, esta última no puede
reprimir la maldad innata dentro de ella y esto termina pasándole factura:
Tedros empieza a reconocerla como lo que es y Sophie encausa todo su resentimiento
hacia Agatha, la pobre y buena de Agatha. Es aquí cuando entra en juego el
segundo hilo.
En el hilo trascendental tenemos
el dilema que envuelve a las facciones del Bien y el Mal, representados por dos
hermanos gemelos: los Rectores de la Escuela, custodios eternos de la Pluma que
escribe todos los cuentos de hadas.
Dicha Pluma repartía las
victorias entre buenos y malos equitativamente, pero un día los hermanos se
enfrentaron a muerte sin que nunca se supiera cuál hermano sobrevivió. Solo se
sabe que desde entonces los “buenos” no han dejado de ganar en todos los cuentos,
volviendo a los alumnos de la Escuela del Bien cada vez más banales y colmando
de rencor y desesperanza a los estudiantes de la Escuela del Mal.
Lo que nadie sospechaba es que
quien sobrevivió no fue el Rector del Bien, sino el del Mal y la Pluma tan solo
ha estado tratando de equilibrar la balanza. Sin embargo, aún en la victoria el
Rector sobreviviente se sabe derrotado al no poder vencer el argumento de su
hermano: “el mal no puede amar”.
Al menos hasta ahora, pues Sophie
ha demostrado la villana ideal, la única que puede ser una igual para el
sombrío Rector. Este no descansará hasta aplastar definitivamente al Bien.
Resumen del libro 2: “Un mundo sin
principes” (con spoilers):
Este segundo tomo se siente como
un intermedio. Dejan un rato de lado las discusiones sobre el Bien y el Mal, a
cambio se vuelve una guerra de los sexos.
El libro inicia con Sophie y
Agatha retornadas a su pueblo tras haber derrotado al Rector y haber sido
transportadas involuntariamente de vuelta a casa.
Sophie lucha día y noche con su
lado malo, desesperada por el miedo de volver a ser la horrible criatura que
casi acaba con su abnegada mejor amiga.
Sin embargo, se ven trasladadas
de nuevo a la Escuela del Bien y el Mal; donde descubren que el final de su
propia historia ha inspirado a los personajes femeninos de todos los cuentos
para trabajar en equipo en contra de los personajes masculinos.
En la nueva Escuela brujas y
princesas son amigas, las primeras tienen derecho a maquillarse y sentirse
bonitas, las segundas ya no tienen que vivir pensando en cómo agradar a los
chicos. ¡Es la revolución!
Mientras que en el lado de los chicos
se ha instaurado el caos y están desesperados por hacer que todo sea como
antes. Tedros, despechado por la partida de Agatha quiere aniquilar a la
“malvada” de Sophie, con lo que está seguro restaurará el orden de las cosas.
Este tomo va mucho sobre cuestiones
de género, sin dejar bien parado a
ningún extremista. Al mismo tiempo profundiza en Tedros como personaje y su
relación con las dos chicas protagonistas.
Al final del libro el Rector
vuelve de la tumba, rejuvenecido y más poderoso.
Resumen del tomo 3: “El último
Para Siempre” (con Spoilers):
Con Agatha y Tedros exiliados en
el pueblo de Gavaldon y Sophie encerrada en una torre el Rector del Mal parece
finamente vencedor. Pero aún le falta dos cosas: Ganar el amor de su enamorada
y destruir las esperanzas de los lectores en el Bien.
El libro cierra los ciclos
necesarios en cuanto amor, amistad y definición personal de los jóvenes
protagonistas. Mientras tanto el Rector cambia los finales de todos los cuentos
de hadas, haciendo que los lectores del pueblo de Gavaldon vayan perdiendo la
fe en los Buenos y lo que representan.
El clímax es una suerte de
batalla campal entre ambos bandos, en la que Sophie es la pieza decisiva al
tener que elegir entre Agatha (quien se quedará con Tedros, “su” príncipe y
eventualmente la dejará sola) o el Rector, un hombre frío pero que le ha
prometido todo lo que siempre ha querido.
Análisis de la saga:
1) Acerca
de las formulas clásicas:
Primero quiero destacar lo bien
que sirve este libro para ejemplificar un montón de fórmulas literarias que le
brindan su esqueleto a un sinfín de obras:
- Dualidad en el protagonismo: Se nos presentan dos
personajes, que son tanto espejo uno del otro como sus contrarios. Empujan la
historia a través de estas diferencias y semejanzas, hasta que cada
protagonista encuentra su propio camino (generalmente gracias a los aportes del
otro y autoaceptación, justo como en esta saga).
- Una escuela: Por muy irónico que sea
(considerando lo aburridas y agotadoras que son en la vida real) una escuela es
un ingrediente que puede construir la mitad de una novela juvenil por si sola.
El mejor ejemplo viene del mundo de Harry Potter, donde Hogwarts crea ambiente,
personajes y argumentos casi por su cuenta.
La “escuela” tiene variaciones: Puede ser como en la
saga Divergente, en la que su primer libro gira acerca del entrenamiento de la
protagonista en su nueva Facción y la nueva forma de vida que adopta estando
allí. O como en El Hogar de Miss Peregrine Para Niños Peculiares, donde la “escuela”
es la casa y su dinámica.
En el caso de LEBM no hace falta pensar mucho para
darnos cuenta como la Escuela construye y constituye casi todo el universo y su
trama.
- Enfrentamiento del bien y el mal: Esta es la
fórmula más antigua que existe y su mejor exponte es la biblia. No todas las
historias llaman abiertamente bien y mal a los valores antagónicos que presentan,
pero pocas son las obras donde a cada bando se le hace propaganda equitativamente.
En este libro no hay que ni pasar de la portada para ver el
claro enfrentamiento de valores en torno a la cual gira el libro. La fórmula
literaria de la batalla de creencias está tan arraigada que el segundo tomo
profundiza en esta mostrando una guerra abierta entre chicas y chicos.
2) Reescritura de formulas:
Aunque hemos estado usando las
mismas formulas argumentativas una y otra vez todos estos siglos en cada
generación le damos nuestro propio toque. En esta saga vemos algunas de las
reinvenciones más comunes:
- Los malos también tienen sus razones: Antes el
malo era malo porque sí y no se pensaba mucho más. Hoy por hoy hay más de una
nueva edición de Caperucita Roja donde cuentan la versión del lobo, que al
final de cuentas también merece comer. Incluso hay libros (y ni siquiera tan
contemporáneos) que narran la historia bíblica desde los ojos de Lucifer.
Ya que tenemos
a la mitad de nuestro elenco en la Escuela del Mal (y de hecho son más
agradables y útiles que sus contrapartes buenas) se hace indispensable arrojar
luz sobre su posición y forma de ver el mundo. Aunque la saga se reserva el
cómodo recurso del “malo porque sí” para simplificar todo: el Rector.
- El “defecto” que no importa: En la fórmula
tradicional los protagonistas tienen una característica o cualidad que era mal
percibida por los otros personajes:
Cenicienta era
la sirvienta de su casa y andaba sucia, siempre llena de cenizas. Bella era
demasiado humilde y sencilla para el gusto de sus hermanas (o demasiado
intelectual para el gusto del pueblo, según la versión). Por su parte El Patito
Feo era diferente físicamente, poco agraciado.
Sin embargo,
en el final se demostraba que estos “defectos” no le quitaban mérito a los
protagonistas o que justo encerraban algo bueno: Cenicienta seguía siendo
hermosa y encantadora a pesar de la servidumbre impuesta por su madrastra;
Bella logra ver más allá de las apariencias y amar a la Bestia y el Patito no
era uno feo, era un Cisne mal apreciado.
En LEBM Agatha
parece ser la que carga el “defecto”, pues es “fea”, poco agraciada. Bajo la fórmula
tradicional se debió demostrar que ella era esplendida, una Cenicienta a la que
faltaba un buen baño; o un Patito Feo que maduraría en una belleza o que de
pronto sería mirada con otros ojos.
Pues bien, el libro
se rebela ante la fórmula: Agatha no se ve o siente diferente usando vestidos y
maquillaje. De hecho sigue siendo muy liberal y descuidada con su apariencia
(lo que era parte de su “defecto”) y el único cambio que vemos acerca de esto
es la autoaceptación y que se tiene más confianza, a pesar de que todos la
siguen viendo igual de fea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario