Dicen que de las derrotas se
aprende tanto o más que de las victorias. Parece que eso es así incluso cuando
pierdes por no haber enviado tu material a tiempo. Estas son las lecciones que
me han dejado mi larga cadena de derrotas en concursos literarios:
1. No
importa lo pequeño y desconocido que parezca el concurso, siempre habrá muchos
y talentosos rivales. Tómatelo en serio.
2. Prepara
tu texto con tiempo: A veces la inspiración divina te golpea y logras crear una
gran historia diez minutos antes de que cierre el plazo. Muchas veces no es
así, prepárate con antelación. Además que tu texto será mucho mejor si te
permites releerlo con la mente fresca varias veces antes de entregarla versión
final.
3. Lee
atento las condiciones del concurso. Es común que te exijan que renuncies a los
derechos de autor; otros van más allá y te imponen estar dispuesto a ir a todos
los eventos promocionales que hagan. Hay cosas en las que hay que ceder pero si
algo no te hace sentir cómodo es mejor que pases de largo y busques otro
concurso.
4. Busca
entender la dirección en la que apunta el concurso: Podríamos hablar de las
directrices o la política editorial concurso adentro. Incluso cuando dicen que
es temática libre los organizadores tienen en mente cierto tipo de historias.
Por ejemplo, si el concurso lo promueve una organización antiincendios no
importa la libertad que digan darte, si les presentas un cuento que incite a
pegarle fuego a un bosque no te tomarán en cuenta aunque sea la mejor pieza
escrita en este siglo. Otros concursos te explican (o no) que quieren textos
enfocados en la descripción, en el realismo fantástico, etc.
5. Investiga:
Las ediciones anteriores del concurso y sus ganadores, los jueces de la
presente edición (si están disponibles sus nombres). Te dará un mejor
entendimiento del panorama al que te enfrentas.
6. No
corras a publicar todas tus obras en internet. Gran parte de los concursos
piden que jamás hayas compartido tu obra, ni siquiera en un blog personal. Por
lo general también piden que el texto no haya estado o esté en otro concurso;
pero en muchos otros casos no es así o toleran las historias que no hayan sido
premiadas, aunque compitieran. Por lo tanto guarda tu mejor material, incluso
el rechazado en algún concurso.
7. Mejor
abordar pocos y selectos concursos que entrar en más de lo que puedas manejar.
Crear obras literarias de cualquier tipo y de buen nivel no es tan fácil como
parece. Si quieres una verdadera
oportunidad de ganar es mejor que te enfoques en unos cuantos concursos y no
entrar a todo el que te encuentres.
8. ¡Atento
a la fecha de cierre! Dos concursos pueden decir que cierran el último día del
mes pero uno puede querer decir que ese día es el último en el que aceptará
textos y el otro que ese día ya es demasiado tarde. Es mejor entregar algo
antes… o te pasará como a mí.
9. No
te presiones para entrar o ganar a un concurso. A veces los retos son algo
grandes, hay concursos que exigen una novela entera o un género o tema al que
no estás acostumbrado. Si lo intentas y no lo logras terminar a tiempo o ganar
no te tortures, es un proceso.
10. No
deseches. Si no pudiste entregar lo que hiciste, ya sea por no terminar tu obra
a tiempo o porque no te gusta el acabado, no renuncies a ella. Sigue trabajándola,
aunque sea de a ratos, para tenerla a toque para el próximo concurso.
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