Por lo general el debate de
“¿cuál es mejor?: ¿el libro o la película?” se zanja con “el libro siempre es
mejor” o “cada medio es diferente, ninguno es mejor o peor”. Dicho lo de rigor
pasemos a examinar el caso del día:
Reseña
Hijos de los Hombres trata de un
futuro muy cercano en el que ha sido imposible para la humanidad seguir
concibiendo niños. La persona más joven del mundo tiene 18 años, el mundo se
encuentra plagado de conflictos, hambre y solo Inglaterra permanece como una
nación estable a cambio de vivir bajo una dictadura.
Es entonces cuando el
protagonista, Theo, se cruza con un fenómeno: Una chica embarazada. Theo
enfrentará la misión de proteger a la muchacha, de un gobierno y un mundo que
pondrá sus ojos sobre el bebé con diversas intensiones.
Comparando
Vi primero la película dirigida
por Alfonso Cuarón y es la más coherente
y la que mejor recuerdo (¡viva el poder de la imagen!). Es muchísimo más
disfrutable que el libro, muchísimo más
les digo.
La película apunta a la tragedia
humana compartida, a lo que significa este desolador futuro. Está plagada de
escenas de seres queridos que han intentado suicidarse por la depresión, gritos
al ser separado de amigos y guardianes y, por supuesto, miradas de adoración
llenas de lágrimas ante la imagen de la muchacha embarazada y el bebé.
El libro, escrito P. D. James,
por resulta pesado y se centra demasiado en el protagonista. Se nota en cosas
como su relato de como pasaba las vacaciones de verano de niño y como se sentía
al respecto, que recibe una importancia narrativa excesiva solo por la excusa
de que la pasaba con su primo, el futuro dictador de Inglaterra. Y aunque esto
último parezca importante poco se aprende del primo, nada del futuro que les
esperaba y mucho sobre la sensación melancólica que siempre arrastró el
protagonista.
El tema político
Ventaja del libro sobre la
película: La explicación de la dictadura en la que vivían. Pero... justo el
libro te deja con ganas de una reflexión más profunda acerca de ese sistema. Lo
cual es curioso considerando que la relación con el gobierno se lleva parte
importante del libro, al punto que se vuelve el enemigo claro y absolutamente
malvado.
El final del libro [spoiler] en
la que el protagonista cae en la tentación de usar al bebé con fines políticos
y ser nombrado el nuevo dictador [fin del spoiler] denota el intento de hacer
una reflexión algo más profunda. Pero realmente el protagonista no era un ser
impresionante, así que no funciona como metáfora de que el poder convierte
hasta al mejor de nosotros y siendo sinceros, ese mensaje ya está rayado.
En la película vemos pinceladas
muy interesantes de ese gobierno, que hace propaganda llamando a denunciar a
los emigrantes infiltrados en Inglaterra (refugiados) y los expulsa
violentamente a ciudades de caos y precariedad. Pero de nuevo me deja con
hambre intelectual, con ganas de que me diga más del último país y gobierno que
se mantiene en pie.
El tema religioso
Con todo, lo que realmente marca
la diferencia y le quita casi todo los puntos al libro es: la dimensión
religiosa.
En la película y a inicios del
libro apuntan a que el problema de la infertilidad es biológico, una tragedia
de causas desconocidas pero de explicaciones científicas.
Para finales del libro lo que comprendes es
que todo es un castigo divino, insinúa que la infertilidad la portan los
hombres, al punto que hasta las más antiguas muestras de semen congeladas se
han vuelto inútiles (¿esto es la revancha de Eva?).
De hecho quienes logran el
embarazo son una suerte de nueva Virgen María y lo que recuerdo era un cura o un pseudo José.
No me opongo a una novela sobre
religión –cualquiera que sea- o que tenga su peso en una trama. Me opongo a las
malas excusas y al moralismo arrogante.
Puedo entender que un autor
quiera ponerse en pie de lucha por su religión, cuando el mundo entero está
intentando hacer todo lo más laico posible. Pero creo que justo eso exige
hacerlo con más clase y astucia. De buen ejemplo tenemos las Crónicas De
Narnia, un amado clásico de la literatura que bien podría ser usado para dar
clases de catequismo (y muchos ni lo sospechan).
Esta novela que iba de un
gobierno autoritario y de una sociedad desplomándose, sin previo aviso, gira a
ser un sermón religioso y ni siquiera uno inspirador. Los personajes encargados
de representar la virtud solo tienen en su haber la fe, pero ninguna cualidad
más (bondad, sacrificio, pureza absoluta…). Un terrible sabor de boca.
Resultado
La visión humana y sensible de la
película, además del retrato violento y despótico que hace del gobierno (aunque
no reflexione mucho sobre este) lo hacen una película enormemente disfrutable.
Recibe la nota de: Muy recomendable.
El libro es el dueño de la idea
original por lo que se lleva los puntos de creatividad y puntos por las
aproximaciones del futuro y el gobierno que exponía. Pero su potencial es
frustrado por su falta de profundizaciones, su moralismo y su tono y personajes
aburridos. Agrega una o dos pinceladas
al sistema de gobierno de la película pero no mucho más. El ganador es claro.
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