Una vez leí en internet a un chico burlándose de su cita porque esta le dijo que su
religión eran los dioses griegos (sí, Zeus y compañía). Pero lejos de tildar a
la chica de loca muchos lectores le respondieron que ellos no notaban mucha diferencia
entre creer en un tipo que lanzaba rayos y uno que dejaba embarazada a una
virgen.
La verdad es que no me interesa mucho las implicaciones para el día a día lo de determinar si el culto a los antiguos dioses griegos cuentan como religión. Mi curiosidad radica por cómo podría influir el veredicto en el entendimiento de la obras de Rick Riordan.
Riordan es el autor de Percy Jackson y los Dioses del olimpo y otras sagas que recorren y se basan en la mitología griega-romana, nórdica y
egipcia. En cada saga los hijos modernos (y bastardos) de los dioses tienen que
lidiar con su legado y salvar al mundo con los poderes heredados. No creo que mi percepción per se de estas
obras cambiaría si alguien dijera “sí, oficialmente son religiones y estos
libros son paganos”. Pero hace gracia pensar cómo sería si habláramos de las
religiones dominantes y no de estás, antiguas y rebajadas a mitologías.
Tal vez sería como “Las vacaciones de Jesucristo y Buda”,
una manga y anime de corte cómico donde los santos protagonistas están de
vacaciones en Japón. ¿A los antiguos griegos también les partiría de risa ver a
los hijos de sus Dioses ir de campamento de verano? (digo descartando la
posibilidad de que asesinen al autor y lo sacrifiquen a los dioses por tal
ofensa).
Un ejercicio divertido:
En las sagas de Riordan los personajes suelen ser
descendientes de los antiguos dioses.
Ahora centrémonos en una religión vigente: el cristianismo. Considerando que
según la biblia todos somos hijos de Dios se entiende que la idea de Riordan no
sería muy práctica con esta religión. Pero modificada podría hacerse una saga
de los descendientes de los apóstoles o el hijo de Moisés, o de los diversos
reyes de la biblia. ¿No sería hilarante y asombrosamente creativo?
Aunque hay que ser sinceros: No sería un reto sencillo
escribir bajo estas directrices y menos sacar algo interesante del experimento.
Hace poco me atreví a leer la versión de Harry Potter que hizo una madre muy
religiosa para sus hijos y dudo mucho que algún día llegue a ser un éxito (pero
podría bajo la mano de otro autor, sorprendentemente la idea no fue tan horrible de leer).
Las religiones monoteístas y divorciadas de las fuerzas de
la naturaleza se imponen hoy día, en principio no parecen tan interesantes como
las antiguas y caídas en desuso, pero creo que solo es porque dejamos de lado las
anécdotas y pasajes más coloridos. Además que la seriedad con que nos obligamos
a verlas nos roban muchas posibilidades.
Soy gran seguidora de Riordan y de hecho espero en un futuro
ver que incluye una saga sobre religiones y mitologías nativas de América en su
colección. Pero para ser sincera hay tantas religiones “menores” que no me
sorprende si la lista de espera peca de larga.
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