Se que es una estupidez, que sonará
muy infantil pero: Odio el menosprecio que le dan los adultos a la amistad.
Todos dicen que el más cercano
amigo es quien me va a plagiar esa gran idea que tengo, que va a aprovecharse
para que yo haga todo el trabajo duro en cualquier cosa en la que estemos
juntos, que me arrepentiré cada día de
mi vida por cada pequeño sacrificio que haga por un amigo.
Estuve sola casi cada día de mi
infancia y adolescencia, por lo que sé lo que vale un buen amigo. Así que me
tortura al encontrarme constantemente con que la lealtad es algo que mis padres
y demás gente mayor me piden desechar.
No sé si por eso me gustan tanto
las novelas infantiles- juveniles; pues son reinos donde la amistad y lealtad
siempre es aplaudida. Son el único lugar donde entienden el sentido de una
unión más allá de la conveniencia o de la obligación.
Se que no he de idealizar la
amistad, que muchas de las que tengo se harán débiles o que incluso las más fuertes
no siempre serán iguales, pero quiero creer que algunas permanecerán y
relucirán cuando más las necesite.
Mis amigos y yo pasamos cada vez
menos tiempo juntos, estamos creciendo, adquiriendo responsabilidades y cazando
sueños. Estamos ocupados pero no nos
estamos traicionando.
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