miércoles, 12 de abril de 2017

Resumen y análisis: La Escuela del Bien y el Mal (2/3)



Seguimos con el análisis de la saga de La Escuela del Bien y el Mal. Pueden consultar los resumenes y la primera parte del análisis en este post.
Contenido

Resumen de los tres tomos (Post 1)
Análisis:
1) Reescritura de fórmulas (post 1)
2) Acerca de las formulas clásicas (post 1)
3) Sobre  lo metafantástico (post 2)
4) Análisis y comentarios sobre el Bien y el Mal (post 2)
4.1) El código del mal (post 2)
5) Deshilachado final (post 3)

3) Sobre lo metafantástico:

No sé si este término es válido o alguien ya ha creado un término más preciso, pero como no he encontrado nada yo uso este término creado por mí:

Metafantástico (o incluso metacuentero) engloba a las obras de fantasía que abordan en cualquier medida y forma el tema de las obras de fantasía (en especial los cuentos de hadas). En el campo audiovisual el mejor ejemplo es la película Sherk y un buen ejemplo en el terreno escrito es El Castillo Ambulante, de Diana Wynne Jones.

LEBM es, como se nota en su reseña, una perfecta ilustración del término al ser una obra de fantasía que gira en torno a la reflexión de las reglas del mundo de los cuentos de hadas. A su vez, probablemente es una de las obras con mayor toque “moderno” dentro de este pseudo género. 

Esto último viene dado porque las otras obras que he leído que puedan ser metacuenteras son a su vez perfectos cuentos de hadas. En cambio LEBM, sin perder sus elementos tradicionales (como la feliz boda con el príncipe) es en gran parte un relato de adolescentes y su maduración. Bien podría omitir la magia y las batallas, así como todo lo que le enlaza al género de los cuentos de hada, y aún me quedaría más de la mitad de la trama para contar.

4) Análisis y comentarios sobre el Bien y el Mal:


Esto tiene que ver mucho con el segundo punto (reescripción de formulas) pero es más cómodo darle su propio apartado:

Las obras de antaño se conformaban con decir lo que estaba bien y mal. La humildad de Blancanieves y Cenicienta estaba bien, la envidia y narcisismo de sus madrastras estaba mal. 

Lo primero que me llamó la atención en LEBM sobre esto es que antes de la batalla entre los rectores el Bien y el Mal ganaban en ratios similares. Esto confunde mucho a Sophie cuando inicia clases, pues estaba acostumbrada a que el bien ganara absolutamente y no reconoce ninguno de los cuentos que se citan como ejemplos de ocasiones en la que el Mal ha ganado.

Creo que la mayoría nos hubiéramos sentido como ella pero luego de pensar un rato me acordé del cuento “El pastor mentiroso y el lobo”; un cuento donde el lobo gana al lograr comerse al niño pastor. Y entonces me pareció muy lógico y nada maquiavélico que hubiera cuentos donde los malos ganaran.

De hecho con un poco de reflexión e indagación histórica podemos descubrir que gran parte de los cuentos clásicos terminaban en desgracia. Era la mejor forma que tenían los adultos de educar y preparar a los niños en aquellos tiempos. 

Aunque LEBM no pone en práctica esta clase de victoria para los estudiantes del Mal me alegra que nos haga el recordatorio de que no todos los protagonistas merecen o deberían ganar por ser de los “buenos”. Acá entra la otra cara de la reflexión:

Las victorias vacías del bien. Sino mal recuerdo fue la propia Hada Madrina en LEBM quien habló de cómo la ola de éxitos a favor del Bien deformó sus valores, pasando a tratarse solo de bailes ridículos y clases de maquillaje. 

Me hubiera gustado ver un poco a los estudiantes del Bien enfrentando la derrota y madurando a través de ella, pero están de relleno. Al final nos tenemos que conformar con Tedros para ese papel, en el que no encaja del todo pues nunca fue tan superficial como sus compañeros (gracias a una traumática infancia).

Hubiera sido genial ver a algunas de las princesas ir más allá, no solo mostrar a Agatha y decir “¡la muestra ideal de lo que debe ser una chica del bien!”; o no confórmanos con las escenas anecdóticas del segundo libro, en el que más que madurar parecieran estar atravesando una fase. Lo que me parece una falta grave por parte del autor, que de pronto anuló la huella de un tercio de su historia.

4.1) El código del mal:

En cierto capítulo una estudiante del Mal explica que ellos tienen sus propias versiones de los valores que el Bien clama monopolizar. No profundizan mucho en el tema pero en más de una escenas los malos demuestran valor, lealtad y respeto a la amistad.
Aunque critico que el autor no profundizara en el código del Mal de su historia aprecio la mención. Tener ciertos “principios”, incluso si no son los mejores, aportan mucho a un personaje y su bando. 

Ese es el caso del conocido Capitán Garfio – de Peter Pan- quien en la novela original se torturaba internamente por no actuar como el caballero con educación de primera que se suponía que era y por tolerar la compañía de su salvaje tripulación. En las versiones fílmicas de Disney, mientras tanto, vemos que es leal a su palabra a pesar de que busca las lagunas legales a sus promesas; como cuando asegura a Campanita que no pondrá ni un dedo o el garfio sobre Peter y a cambio usa una bomba para intentar acabar con él.

Por otra parte durante todo LEBM Sophie crece en varios sentidos y eso incluye aceptar su propia maldad. No fue una maduración perfecta a nivel de personaje, me hubiera gustado (y eso habría mejorado la novela muchísimo) que la hubiera realizado asimilando los valores que el Mal comparte con el Bien.

Sí hubo un proceso de aceptación a ciertos valores del mal como “afearse” para dejar de fijarte en lo superficial y explotar tu potencial interno. Pero no fue suficiente, visualizo a la lectora que fui de adolescente y pienso que me hubiera encantado una historia donde dijeran claramente que a veces está bien ser “malo”.

En lo personal yo fui una chica muy inocente de la que era fácil aprovecharse y culpo un poco a la visión distorcionada que nos daban las historias de antes, que nos hacían sentir culpables por no ser todo sonrisas y aceptar siempre la peor ración de toda situación porque sino seríamos egoístas.

Por eso de verdad hubiera amado un mejor desarrollo de los valores del Mal en este libro. No solo mostrar a la superficial de Sophie y sus antipáticas compañeras chasquear los dedos con actitud. Después de todo, en contraposición la “buena” (Agatha) se llevó al príncipe súper sexy y un reino. Sin mencionar que no se logró desarmar el argumento de que el Mal no podía recibir ni dar amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario